Prohibido fu-Marx
de Andrés Kilstein

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17 de agosto de 2019

Guía de trámites paso a paso para obtener tu Residencia en España.




Migrar es tarea difícil, y quizá sólo una alta tolerancia al riesgo te habilita el emprendimiento. Te encontrás sacudiéndote el presente y abriéndote a preguntas de tono cuasi existencial: dónde voy a dormir, qué voy a hacer con mi tiempo, conseguiré construir afuera lo que juzgo realizado en mi lugar de origen. Mientras en Argentina afanosamente completás todos los procedimientos para cerrar tu vida allí (renunciar a tu trabajo, vender tus muebles, dar de baja tu servicio de celular, tu cable, tu obra social etc) sabés muy bien que estas operaciones u otras peores se repetirán simétricamente en el país de destino, para armarte de cero.

La primera gran dificultad que se presenta la podemos llamar “el círculo autorreferencial del recién llegado”. ¿Qué significa? Para ilustrarlo, siendo un círculo, podemos empezar de cualquiera de los puntos que lo componen. Imaginemos que nos proponemos sacar nuestro documento de identidad (el famoso NIE). Por más que tengamos pasaporte comunitario o que estemos casados con alguien que lo tiene, nos solicitan el empadronamiento en Madrid o la ciudad que sea. Para estar empadronados en Madrid debés llevar un contrato de alquiler que certifica que vivís donde manifestás que vivís. Para alquilar un departamento te piden una nómina (recibo de sueldo) o contrato de trabajo. Para que te contraten en algún empleo te piden que tengas NIE. Fin del círculo, llegamos al mismo punto donde empezamos sin ningún avance. 

Esto se repite con variaciones: queremos alquilar, como no tenemos contrato de trabajo ofrecemos un aval bancario, averiguamos en el banco, a ver si con dinero alcanza, nos dan un aval si sacamos una caja de ahorro, pero para hacerlo necesitamos demostrar una actividad económica. Pero precisamente fuimos a buscar un aval porque no teníamos una actividad económica! Círculo autorreferencial ya te siento, firme y eterno. 

¿Cómo se rompe esta insistencia del sistema? De casualidad, no hay otra manera. El círculo autorreferencial se rompe con algún error de la matrix. Con algún golpe de suerte por el cual un dueño se copa y te alquila sin pedirte la nómina, o conseguís que el banco te abra una cuenta sin demostrar una actividad económica, o, ungido de fortuna, conseguís un empleo apenas desembarcado. Por un lado o por otro el anillo de barreras se termina quebrando. Eso sabelo.

A continuación voy a explicar paso a paso, con links y recomendaciones incluidas, todos los trámites que es necesario hacer para que finalmente te den tu Tarjeta de Residencia (el equivalente al DNI).

1) Para que sean reconocidos en Europa, todos los documentos argentinos deben tener la Apostilla de La Haya, un trámite que se hace en Cancillería en el mismo día, pero para el que tenés que sacar un turno electrónico que te dan para dentro de 1 mes. El turno se pide aquí: https://cancilleria.gob.ar/es/servicios/turno-para-apostilla-o-legalizacion. Los documentos que podés llegar a precisar apostillados son: 

a. El título universitario y analítico (que se piden en la institución de estudios y, si son anteriores a 2012 deben ser legalizados en la oficina del Ministerio del Interior de Leandro N. Alem 150, previa solicitud de turno online),

b. La partida de nacimiento (si sos de la Ciudad de Buenos Aires, la solicitas aquí indicando que es para presentar en el exterior: https://www.buenosaires.gob.ar/tramites/solicitud-de-partidas)

c. Antecedentes penales (se solicitan acá: https://www.argentina.gob.ar/solicitar-certificado-de-antecedentes-penales)

d. La partida de matrimonio

2) Si estás en pareja, uno tiene el pasaporte comunitario y otro no, lo ideal es que se casen en Argentina y no en España, porque se simplifican trámites. En Buenos Aires se solicita turno aquí (https://www.buenosaires.gob.ar/tramites/reserva-de-turno-para-matrimonio). Vas a necesitar llevar en algún momento al Registro Civil el DNI de los dos testigos y te lo devuelven en el día. No se requiere más examen prenupcial, tal como era en el pasado. En el momento que se celebra el matrimonio te entregan la partida y libreta de casamiento y una semana después las copias.

Imaginemos que el comunitario de la pareja tiene un pasaporte italiano (lo más común en Argentina). En ese caso, el matrimonio para tener validez en España debe ser inscripto en Italia. Pedís turno con el consulado italiano (es difícil conseguirlo, hay que ingresar a la web en un horario determinado) y en esa entrevista presentás la partida de matrimonio traducida al italiano por un traductor público. Que te traduzcan una de las copias de la partida de matrimonio y no el original porque después el Estado italiano se la queda.

El matrimonio entre un italiano y un no italiano es ahora inscripto en el Anágrafe italiano. Entonces a través de un mail solicitás al Departamento de la provincia italiana donde el comunitario está inscripto en el anágrafe (en la entrevista en el Consulado te pasan el contacto) que te envíen un registro de esa inscripción. La recibís por correo tradicional un mes y medio o dos después. Este documento es importante para presentar ante las autoridades españolas para que no tengan dudas de que es un matrimonio reconocido por un país europeo.


3) Si no tenés pasaporte comunitario (por más que estés casado con uno que sí lo tiene) para entrar a España - por las dudas- sacá pasaje aéreo ida y vuelta y lleva una impresión del alojamiento en el que te vas a quedar que cubra todos los días entre la fecha de ida y de vuelta. No queres tener problemas en migraciones. Una vez que en España vayas a hacer el trámite del NIE (el equivalente al DNI para extranjeros) te dan un documento que dice que esa credencial está en trámite. Con esto ya es suficiente para que, aun vencidos los 3 meses de permanencia en el país como turista, estés legal. Igualmente, no es recomendable salir del país hasta que no tengas el plástico de la Tarjeta de Residencia en la mano. Si queres hacerlo  antes, tenés que solicitar un permiso especial llamado POLICÍA-AUTORIZACIÓN DE REGRESO solicitando previamente un turno en https://sede.administracionespublicas.gob.es/icpplustiem/citar

4)  Una de las cosas que más demoras generan es que para todo hay que sacar turno online. En todos los casos la cita te la dan para dentro de 1 mes o 1 mes y medio. Por lo tanto dos consejos:

a. Sacá turnos en oficinas que estén más alejadas del centro de la ciudad (aunque tengas 1 hora y media de viaje) porque los turnos se consiguen más fácil

b. Sacá turnos desde Buenos Aires, tiempo antes de iniciar el viaje.

5) Los turnos que yo iría sacando con mucha anticipación son:

Empadronarte en tu ciudad de destino. Esto significa dejar constancia de que vivís en un domicilio fijo. Te lo van a pedir para sacar el NIE y para abrir una cuenta bancaria. Para Madrid, tenés que sacar el turno acá: https://www-s.munimadrid.es/CitaNet/Concertar.do Opción Atención al Ciudadano, opción Padrón. ¿La dificultad? En el momento de la entrevista tenés que llevar una fotocopia del DNI del propietario del departamento, un servicio a su nombre y un formulario con su firma. Si caés en España en la casa de un amigo o familiar, todo bien. Pero si no, lo más común es llegar a un Airbnb 1 o 2 meses hasta conseguir otro alquiler más estable. Entonces está la complejidad de que el dueño del departamento te permita empadronarte en ese domicilio. En caso contrario todo se demora hasta que puedas hacerlo. Es parte del círculo vicioso al que nos referimos. También es posible que tengas la cita para el NIE antes que la cita para el empadronamiento y que el funcionario de Extranjería te diga muy amablemente: “Presentás el empadronamiento una vez que lo tengas, mientras avanza el trámite del NIE”. No estoy seguro, pero muchas cosas dependen del funcionario que te toca. Dependen de la suerte.

Sacar turno para hacer el NIE. Este turno se solicita aquí https://sede.administracionespublicas.gob.es/icpplustiem/citar y se llama POLICIA - CERTIFICADOS UE, si tenés un pasaporte comunitario. Si tu esposa/o es el comunitario, el trámite es FAMILIAR DE RESIDENTE COMUNITARIO. Un error común en este último caso es pensar que el trámite es REAGRUPACIÓN FAMILIAR. Este es el trámite que corresponde cuando una persona que NO es comunitaria pero está viviendo legalmente en España quiere hacer ingresar a un familiar suyo (su esposo por ejemplo) que tampoco es comunitario. Entonces si uno tiene pasaporte comunitario y otro no, el trámite es FAMILIAR DE RESIDENTE COMUNITARIO. Eso dirá en la parte de atrás de la Tarjeta de Residente que te entreguen. 

Cuando se termina este encuentro te entregan un papel verde que dice que tu NIE está en trámite pendiente de aprobación. Este documento ya dice cuál será tu futuro número de NIE con lo que sirve para completar muchas otras solicitudes (de trabajo, en el banco etc.)

Aproximadamente 1 mes y medio o 2 meses después te avisan que tu NIE fue aprobado (o no) y que tenés que sacar turno para poner las huellas dactilares. Un mes después de poner el dedo te entregarán finalmente tu anhelada Tarjeta de Residencia, el equivalente a la tarjeta del DNI de extranjeros. En realidad, no te avisan. Vos tenés que consultar con frecuencia si el NIE fue aprobado en este link: https://sede.administracionespublicas.gob.es/infoext2/jsp/indexnie.jsp# o googlear “Información sobre el estado del expediente en Extranjería”.

El turno para poner las huellas. Se hace en este mismo link https://sede.administracionespublicas.gob.es/icpplustiem/citar (ya un vínculo incluido en tu barra de Favoritos) bajo el título POLICIA- TOMA DE HUELLAS. Mi recomendación es no esperar a la aprobación y sacar el turno con anticipación; es la cita que conseguís para más tarde. En mi caso, la solicité el 31 de mayo y el turno era para el 17 de julio. Y nuevamente, sacá turno para lejos del centro de la ciudad. Una vez que pones las huellas, la tarjeta física se te entrega en la misma comisaría, un mes después. Te dicen que la tarjeta está en ese plazo, y efectivamente está. En eso se portan muy bien.

En la cita te darán una constancia de que tenés derecho a la asistencia sanitaria para llevar al Centro de Salud más cercano a tu domicilio donde estás empadronado. Ellos te dicen cuál es. En el Centro de Salud te asignan un médico y un enfermero que te acompañarán toda la vida. No existen las recetas escritas: todo está digitalizado y la información se comparte entre el Centro de Salud y los especialistas o la farmacia a través de la Tarjeta de Salud.

7) Quizá parece algo menor, pero haciendo trámites te desplazas mucho y gastas mucho en transporte. Un error que puede pasar (yo lo cometí) es llegar a Madrid y manejarte con el ticket de 10 viajes en el Metro en vez de sacar un abono anual de transporte integrado. Si ya sabés que te vas a quedar mucho tiempo el abono anual es muy conveniente: dependiendo de la zona que cubras son entre 200 y 300 euros al año, frente a 1,25 euros que sale el viaje individual de Metro y 3 o 4 euros que sale el viaje en tren de Cercanías. Para sacar el abono anual sólo tenés que presentar el pasaporte (comunitario o no, da lo mismo). Sí, también para hacer este abono hay que sacar un turno. El link para sacar hacerlo es: https://tarjetatransportepublico.crtm.es/CRTM-ABONOS/entrada.aspx

Así como es necesario tener en mente el concepto de “círculo vicioso del recién llegado”,  hay otro concepto de igual utilidad: “el costo del derecho de piso”. Esto significa que para todo lo que quiera hacer, por una situación de asimetría, el recién llegado paga más que el que ya está viviendo ahí. Alquilar es más caro (por no poder recurrir a un contrato de alquiler ordinario) viajar es más caro (por no tener todavía el abono de transporte integrado), debés desembolsar una gran cantidad de dinero en completar trámites y formularios de cuya existencia el originario ni conoce. Conseguir un trabajo lleva tiempo por un extranjero por lo que, al menos que persistas haciendo trabajos freelance para Argentina (cada vez menos rendidores por el tipo de cambio) es necesario contar con ahorros que te permitan mantenerte sin un nuevo ingreso durante varios meses. Calculá que entre alquiler, servicios, comida y otros gastos, por mes se te van cerca de 1.000 euros. Siendo ahorrativos, claro está.

Muchas personas con pasaporte comunitario consideran que éste es suficiente para trabajar o estudiar en España. Esto no es así: como se vio a lo largo del post, faltan muchos otros procedimientos. Lo importante es armarse de paciencia, organizarse y contar con toda la información con anticipación. Espero este post haya ayudado en esa idea.

19 de abril de 2018

Reseñas del BAFICI


Las hijas del fuego, de Albertina Carri. Puntaje 4 de 10
Es una película que no apuesta al cine, que no aporta ese thrill único que el cine puede aportar: un conflicto irresoluble, la tensión que construye el clima óptimo para el desenlace, la expectativa ante un problema que no tiene un solución satisfactoria. La película usa buenos recursos cinematográficos para darle sustancia a malos poemas del circuito under. Realmente llama la atención la mala calidad de los textos. ¿Explora una sexualidad alternativa para el cine mainstream? No para el que vio suficiente porno. El supuesto espectador para el que esta película podría ser transgresora es bastante poco inquieto. Finalmente, los momentos donde sí existe una estructura clara de conflicto parecen trazados por una estudiante secundaria recién llegada al feminismo a la que se le pide que dibuje su mundo ideal. Mala película.

Gutland, de Van Maele. Puntaje 8 de 10
Un ladrón alemán se refugia en un pequeño pueblo agricultor en Luxemburgo. Excelente película en que constantemente sobrevuela un aura de misterio indescrifrable. La comunidad tiene un pasado oculto que no termina de articularse y atrapa a un personaje que se integra contra su propia decisión.

Euthanizer, de Teemu Nikki Puntaje 7 de 10
Un tipo trabaja practicando eutanasia a animales que sufren. Tiene la capacidad de comunicarse con los animales, casi mantener diálogos con ellos. Aunque su negocio es la muerte, muestra una sensibilidad extrema. El hombre entra en conflicto con la típica banda de metaleros nacionalistas finlandeses medio bobos que lo hostigan. El conflicto se vuelve denso hasta un final bien construido y sorpresivo. En medio de esta trama se esboza una reflexión sobre la relación entre la muerte y el goce, casi psicoanalítica, y la muerte como decisión.

Mutafukaz, de Shoujirou Nishimi Puntaje 8 de 10
Genial animé sobre una ciudad fantástica, sórdida y suburbana. Fragancia a clip de Redonditos de Ricota pero de buena calidad. Película llena de violencia propia del animé japonés y oscuridad. Imágenes de video games, electrificantes y extasiantes, y una constante sensación de desesperanza.

Esto no es un golpe, de Sergio Wolf Puntaje 9 de 10
Documental que construye una narrativa de thriller, para mostrar la verdadera dimensión de un Aldo Rico megalómano y engreído (y la intervención de las patologías mentales en los hechos históricos). Personaje con el histrionismo que ya conocemos y film que reclama pochoclos de acompañamiento. Y la pregunta constante sobre cuál es el grado de libertad de los líderes, cómo sopesar cada decisión con la carga de ese presente vivido (que nos resulta desde lejos insondable) y la potencialidad o no de otros desenlaces posibles. Genial cómo te permite actualizar y experimentar el peso del momento. Es mucho más que un testimonio.

4 de enero de 2017

Los mitos matemáticos que conducen a las peores decisiones de planificación urbana, por Brent Toderian

(...) En relación a las grandes urbes, soy el primero en señalar que no todo lo importante puede ser cuantificado. Pero las cosas que sí podemos cuantificar nos permiten pensar estrategias más inteligentes para que las ciudades crezcan y cambien. Y para hablar de forma directa y sin pelos en la lengua, la matemática sugiere que venimos haciendo las cosas mal. Y la misma matemática nos puede enseñar cómo hacerlas bien.
Aquí algunos ejemplos:
Un argumento político habitual es que los ciclistas y los usuarios del transporte público deberían pagar un impuesto especial por las obras de infraestructura que los benefician. Un estudio en Vancouver, sin embargo, señaló que por cada dólar que una persona individualmente gasta caminando, la comunidad paga sólo 1 centavo. Para el ciclismo es 8 centavos, y para usar el colectivo es $1,50 (es decir, en Vancouver por cada dólar que el usuario de colectivo gasta en el pasaje, el Estado pone $1,50). Pero por cada dólar que un individuo gasta en su viaje en auto, la comunidad debe pagar $9,20! Dicha cuenta matemática muestra con claridad hacia dónde van los grandes subsidios, sin siquiera empezar a examinar las consecuencias ambientales, económicas, urbanísticas y de calidad de vida de nuestras elecciones de movilidad. Cuanto menos se necesite conducir en una ciudad, menos pagamos todos.
Otro estudio en Copenhague (donde rutinariamente se calculan los costos completos de cada elección de transporte) halló que cuando se incluyen en la cuenta costos por demoras, accidentes, polución y cambio climático, cada kilómetro que se pedalea significa para la comunidad un ahorro de 18 centavos de dólar!
En la última década, ciudades canadienses como  Calgary, Edmonton, London, Halifax, Regina y Abbotsford han hecho cuentas precisas sobre los costos reales de su crecimiento actual y proyectado y calcularon cómo un diseño más inteligente genera ahorros. La cuenta resultante es muy ilustrativa ya que revela que se han gastado decenas de millones de dólares de fondos públicos para alentar el crecimiento suburbano dependiente del auto antes que en un crecimiento inteligente, compacto y no dependiente del auto – y todavía no existe un estudio que muestre los costos completos e incluya ciclos de vida de las elecciones de desarrollo. Cuando se conocen estos números, las municipalidades no pueden "darles la espalda”, más allá de cuál sea su ideología política.
¿Más ejemplos? Hay estudios cuantitativos que muestran que reemplazar espacios de estacionamiento en la calle por ciclovías con separación física es bueno para la actividad comercial de los frentistas. Que el delito disminuye a medida que aumenta la densidad. Que es posible mover más gente en una calle en la que se reemplazan carriles para el auto por un espacio adecuado para caminar, moverse en bici o en transporte público.
Muchos de los mitos (basados en el miedo) que aparecen en las discusiones con vecinos demuestran ser falsos cuando se aplica un estudio cuantificador. Y esto viene incluso antes de empezar a discutir muchos beneficios intangibles y no cuantificables (pero igualmente bien demostrados) de una ciudad con un diseño inteligente. Es importante tener en mente que cuando se arrojan números a la gente, es posible que se queden dormidos. A mí me pasaría lo mismo.
Pero cuando se combina esta comprensión de la matemática de las ciudades con un enfoque más personal y persuasivo para contar la historia completa, entonces la conversación se vuelve más interesante y exitosa (...)

Brent Toderian es un reconocido planificador urbano y creador de Toderian UrbanWORKS; fue ex director de planificación de Vancouver, Canadá y el Presidente del Concejo para el Urbanismo en Canadá. 

7 de agosto de 2016

Sobre la temible dictadura de los que no estudiaban

A continuación voy a desarrollar mi teoría de la dictadura de los que no estudiaban, porque es un patrón que puede repetirse en otras esferas de la sociedad.
Situación. Colegio secundario. A dos días de un examen el profesor desmemoriado pregunta a sus estudiantes cuándo había fijado la fecha de examen. Se presenta la posibilidad de timarlo. En ese momento, todos permanecen en silencio, porque aunque hay jóvenes que estudiaron y quieren rendir en la fecha acordada, lo que se impone es la temible dictadura de los que no estudiaron. Aunque los que estudiaron tienen otra voluntad, permanecen en silencio en solidaridad (forzada) con quienes no lo hicieron.


¿Pero es realmente una forma de solidaridad?

En realidad, está latente una amenaza tácita que pesa sobre quienes no guarden silencio. Un silencio inconveniente para las personas con sentido de responsabilidad pero beneficioso para quienes, por su propia imposibilidad, incapacidad o decisión, se encuentran en una situación de "debilidad" relativa.

Los que estudiaron prefieren rendir en la fecha acordada porque, en el caso de que el grupo consiguiese engañar al profesor con una deshonesta fecha alejada en el tiempo, ellos, quienes ya hicieron el esfuerzo, deberían volver a refrescar su conocimiento, siendo el saldo una inversión del doble de tiempo de estudio.

En conclusión, la dictadura de los que no estudian no sólo desestima completamente la voluntad de todas las partes involucradas sino que nivela para abajo y atenta contra la planificación y el uso racional del recurso tiempo de estudio. Y sobre todo, atenta contra la noción de responsabilidad sobre las propias decisiones. Este es un buen ejemplo de cómo esta supuesta solidaridad, ya hecha sentido común por todos los argentinos, no es otra cosa que un corporativismo en que el grupo menos meritorio (el que no estudió para un examen que se avecina en dos días) impone como el bien común lo que sólo es el interés parcial de un grupo y como una vulnerabilidad que debe ser atendida por todos lo que es sólo un demérito o una mala elección personal. Al hacerlo, este grupo obtiene un beneficio que no es neutral sino que penaliza a quienes habían procedido con sensatez y anticipación.


Persiguiendo el principio de inteligencia colectiva, al que firmemente suscribo, por el cual se debe abandonar el beneficio individual inmediato (egoìsmo) y tomar decisiones individuales que mejoren el resultado colectivo, en este caso la inteligencia colectiva consistiría en recordarle al profesor la fecha correcta y no callarse frente a la amenaza tácita de una parcialidad, aunque pocos se animarían porque la coerción es real. De esta manera, se consiguiría el mejor resultado colectivo: favorecer la planificación, la previsibilidad, la racionalidad, la optimización del recurso tiempo y generar estímulos para entregar la mayor dedicación al conocimiento. 

14 de agosto de 2015

El diseño físico de las ciclovías de Buenos Aires

1) Lo primero fundamental es distinguir entre ciclovía y bicisenda. La ciclovía es el carril exclusivo para bicicletas sobre la CALZADA. La ciclovía suele presentar separación física, aunque en casos como la ciclovía de Perón, no la tiene.

 La bicisenda, en cambio, es la senda para bicicletas sobre la ACERA PEATONAL  (por ejemplo, Av Libertador entre Av Sarmiento y Scalabrini Ortiz). También existen áreas de convivencia entre peatón y ciclista en aquellos casos en que la acera es muy angosta. Por ej, un tramo sobre Dorrego al lado del hipódromo.

La bicisenda no es un área de convivencia sino exclusiva para ciclorodados. Donde corre una bicisenda en paralelo corre un área peatonal, pero el mal uso del espacio por parte de los peatones que no se limitan al área peatonal hace que se transformen en zonas de convivencia. Por eso es que la ciclovía sobre la calzada es una opción de planificación muy preferible a la bicisenda sobre la acera peatonal. Los carriles exclusivos para bicis deben usar espacio antes destinado a los autos y no convivir con los peatones.

En las calles en las que hay ciclovía, el ciclista está obligado a circular por ella. En las calles en las que hay bicisenda, el ciclista puede optar ir por ella o por la calzada.

2) El propósito de la ciclovía es separar las bicicletas de los autos para darles seguridad a los ciclistas. Desde el punto de vista de la planificación urbana, la ciclovía también tiene la función de restar espacio de estacionamiento para los autos para desincentivar su uso y regular su cantidad. En el caso de Buenos Aires, las ciclovías fueron construidas donde antes había hilera de estacionamiento.

2) La mayoría de las ciclovías del mundo no tienen separación física (son demarcadas por líneas en el suelo o por asfalto de color), y en las ciudades menos desarrolladas o con menos cultura ciclista, éstas suelen ser invadidas. Que las ciclovías porteñas tengan separación física es una gran ventaja, es fundamental para la seguridad de los ciclistas y ofrece resistencia a que sean invadidas por los automóviles.

3) La segunda mayor medida de seguridad son las lomas de burro que los autos atraviesan antes de cruzar la ciclovía. La loma de burro no es un dispositivo lo suficientemente generalizado y estaría bueno que existiesen más. La mejor manera de prevenir siniestros es reducir la velocidad de los motorizados, especialmente antes de los cruces. La manera más eficaz de hacerlo es a través de intervenciones en el paisaje físico (lomas de burro, rotondas, obstáculos a ser rodeados por los autos). Estas son las medidas que se usan adentro de los barrios privados cuando se busca explícitamente que los autos circulen a 20km/h, garantizando la seguridad de los habitantes y que los niños puedan trasladarse sin la compañía de los padres. De la misma manera, fuera del barrio privado, una ciudad habitable es aquella que puede garantizar que los niños se muevan de forma segura y autónoma.

4) Otra gran medida de seguridad son los "palitos" reflectores (delineadores viales flexibles es su nombre técnico). Además de destacar la ciclovía a la noche, el palito amarillo interno por delante de la línea de detención es una advertencia importante para el auto que gira. Muchos de estos palitos han sido severamente dañados por los autos. Por lo que se necesitaría que sean más firmes y resistentes.

5) La doble mano de las ciclovías es un tema de preocupación en un entorno vial donde los automovilistas sistemáticamente violan la ley de transito al no detenerse para ceder el paso antes de girar. Sin embargo, para que las ciclovías tengan la mano de circulación de la calle, debería haber exactamente el doble de ciclovías. Esto es así porque como todo modo de transporte, la ciclovía debe permitir ir a un destino y volver. Ej, si voy a mi trabajo por Gorriti, debería poder volver por Honduras (ergo, se necesita una nueva ciclovia en Honduras). Si voy a mi trabajo por Billinghurst, debería poder volver por Sánchez de Bustamante (ergo se necesitaría una nueva ciclovia en Bustamante). Aun siendo las ciclovias de mano única, tendrían el mismo ancho porque siempre necesitas un carril de sobrepaso.

6) La peor situación se inseguridad que supone la doble mano es en la intersección con avenidas  (por ej, Billinghurst y av Cordoba) cuando se acumulan en el semáforo rojo de Billinghurst muchas bicicletas de ambos lados de Córdoba y muchos autos que esperan girar por Córdoba. La solución sería tener un semáforo de dos tiempos: primer tiempo para las bicis sobre la ciclovía, segundo tiempo para los autos. Entonces se pondría en rojo para Av Córdoba, verde solo para la ciclovia de Billinhurst y en un segundo tiempo rojo para la ciclovia y verde para los autos sobre Billinghurst.


7) Últimamente para permitir recoger la basura, en algunas ciclovias se cambiaron separadores físicos altos por bajos. Esto no contribuye a la seguridad. Los contenedores de basura NO deben estar sobre la ciclovía. Deben estar del otro lado (aunque resten espacio de estacionamiento) y ser recogidos de ese lado.

8 de enero de 2015

Se llaman movimientos islamistas.

A las cosas hay que ponerles nombre. En momentos de estremecimiento frente al terrible ataque a la redacción de Charlie Hebdo, los lugares comues caen uno tras otro. Me quisiera detener en uno, aquél que reza que hay que separar a los musulmanes, que en su mayoría son pacíficos, de los extremistas que cometen actos cargados de odio. Esto es así, la mayoría de los musulmanes son pacíficos y hay que separar lar dos cosas. Uno parte a concretar esta tarea con la confianza, quizá demasiado ingenua, de que el Islam podría ser sólo una creencia privada, un culto doméstico más entre otros, una elección espiritual dentro de una variada oferta en los anaqueles del multiculturalismo posmoderno. Pero el Islam nunca fue sólamente una creencia privada ni lo será. El Islam es, fue y será un proyecto político. Los movimientos islamistas retoman esta tradición histórica y lo actualizan: el islamismo contemporáneo, o Islam político, se propone como una alternativa de poder, una formación política antagónica con las democracias liberales occidentales.

¿Por qué digo liberales? Los países occidentales organizan sus Constituciones en torno a una serie de libertades individuales que tiñen a la restante legalidad y constituyen el espíritu del sistema: libertad de expresión, de culto, de comercio, de circulación etc. Adicionalmente, se configuran democracias representativas, basadas en la deliberación, en búsqueda de consensos en organismos representativos como los parlamentos. Todos estos principios son rechazados por los movimientos islamistas, que reconocen como fuente de autoridad la religiosa y como ley civil a la Sharia, la norma religiosa. Los movimientos islamistas desprecian la democracia en la medida que el poder que proponen es vertical, jerárquico y emana de la autoridad religiosa. Esto se contrapone a la idea democrática de la deliberación, la búsqueda de acuerdos, negociaciones y consensos entre actores interesados. El principio de la autoridad religiosa conduce a los movimientos islamistas a liderazgos autoritarios, con lo que no es desacertado el juicio de Onfray de denominar al islamismo el fachismo verde.

Pero los movimientos islamistas no sólo desprecian a las democracias liberales, también desconocen la idea de nacionalidad y con ello la institución fundacional de la identidad ciudadana en la modernidad: el Estado nacional. Por eso el ISIS está empeñado en la desintegración de Siria y de Irak: porque para ellos no sólo las fronteras entre los estados árabes son artificiales, sino que adicionalmente la idea de una nacionalidad siria y una nacionalidad iraquí les resulta cuestionable. Para el ISIS sencillamente son habitantes de tierra musulmana y deben obedecer a la Sharia, la ley religiosa que determina la virtud o vicio de los hombres y mujeres. La verdadera comunidad no es la nacional (ésta es artificial y confunde los propósitos del hombre en la tierra), sino la Umma, la comunidad de creyentes.

Los movimientos islamistas desprecian a Occidente, sus valores, la exaltación de la individualidad, el culto a una subjetividad que encuentra potencia en la exploración de opciones, opciones de consumo, de sexualidad, de sustancias tóxicas, de pornografía, de experiencias espirituales guiadas por la propia percepción y moldeadas a la medida de cada individuo.

El islamismo desconoce la política occidental y propone, no un culto para ser abrazado en la intimidad del hogar, sino una formación política antagónica con las democracias liberales y seculares en que vivimos. Adicionalmente, rechazan los Estados nacionales a los que, en la persecución de su causa, no han tenido problemas en desintegrar y erigir un califato en su lugar. Los movimientos islamistas son simplemente incompatibles con las democracias liberales occidentales en las que afortunadamente habitamos: uno no podría imaginarse al ISIS o a Al Qaeda participando de un debate parlamentario sobre el derecho al aborto: cuando la religión ocupa el lugar de la política, no hay nada que pueda ser debatido.

30 de noviembre de 2014

¿Por qué los baños públicos deberían ser unisex?



Un baño público que no diferencia sexos. Al ser un espacio compartido por todos, algunos inconvenientes quedan resueltos: las madres acompañan a sus pequeños niños varones adentro, los discapacitados que requieren asistencia pueden ingresar con su pareja de otro sexo, una persona cuya identidad de género no se ajusta a la dualidad hombre/mujer no se aflige ante la incómoda decisión. Para no mencionar que ya no se presentan largas colas frente al baño femenino, mientras el público masculino fluye naturalmente dentro y fuera del propio; la espera también es compartida. ¿Se trata de una utopía? No, esta es una tendencia que ya se ha instalado en Europa y que está marcando sus inicios en Argentina: los baños unisex. 

Para algunos pocos es una política, una manera de evitar la dualidad masculino/femenino cada vez más estéril para captar la realidad en una época en que Facebook ha pasado a reconocer 53 identidades de género.  Pero para la mayoría de locales gastronómicos que tienen un baño unisex es, en cambio, una elección funcional, condicionada por la disponibilidad de baños o por las características de la arquitectura que se quiere conservar. En Argentina ya hay restaurantes, bares, cafés, centros culturales e incluso facultades que han acogido esta tendencia que probablemente adelanta cómo lucirá el baño público del futuro.


Million, uno de los bares más reconocidos de Buenos Aires, ha optado por los baños unisex para conservar la estructura original de una casa antigua que data de 1913. “Queríamos mantener la apariencia original de la casa. No deseábamos hacer refacciones para tener un baño femenino al lado de uno masculino y decidimos no asignar género a los baños distribuidos por todo el lugar”, explica Juan Ignacio Retamal, a cargo de este espacio. Pero han ido aun más lejos y en junio de este año propusieron algo peculiar a su público. Se trató de una intervención artística en las habitaciones, en el marco del ciclo “Pase y cierre la puerta”, en la cual la gente usaba el baño mientras adentro tenía lugar una performance de la artista Jessuina Vigilante. “En el baño somos realmente nosotros, es el momento en que te sacás el personaje social. Nos pareció interesante explorarlo”, explica la propuesta Juan Ignacio, satisfecho de apostar a la experimentación en cada uno de los espacios del bar, incluyendo el sanitario.

Diferente es el caso del Club Cultural Matienzo en el que la presencia de un baño unisex obedece a una cuestión operativa. “Tanto en la planta baja como en el primer piso teníamos espacio para baños separados. Pero en la terraza ya existía un baño único previamente, el que mantuvimos. Por supuesto que, frente a tener un solo baño, nos pareció  lógico que éste se convirtiera en unisex para sostener la situación de igualdad”, comenta Juan Manuel Aranovich, director del centro cultural, quien a su vez reconoce que el público colabora y es respetuoso de la higiene. Nunca han recibido queja al respecto, aunque, admite Juan Manuel, esto puede deberse a que siempre está la opción de ir a los baños diferenciados de abajo porque “existe gente que no está cómoda con la situación del baño unisex”. Maia Tarcic, asidua concurrente al Matienzo, está contenta con este sanitario ya que “los hombres son más limpios que las mujeres” y el compartir el baño redunda en que éste se mantenga en mejor estado.

Sin embargo el baño unisex enfrenta dos grandes obstáculos. En primer lugar, la política de habilitaciones que en muchas ciudades exige la existencia de tres baños, uno para mujeres, otro para varones y un tercero con instalaciones para discapacitados (éste último puede ser unisex). Cuando el espacio escasea, los empresarios gastronómicos reconocen la dificultad de cumplir con esta disposición. El segundo obstáculo es una preocupación por parte del público, especialmente el femenino, sobre la intimidad. Sin embargo, para Micaela Libson, doctora en Ciencias Sociales y miembro del Grupo de Estudios de Sexualidades (IIGG-UBA/CONICET) “la incomodidad que puede producir en algunos es producto precisamente de la separación en masculino/femenino. La incomodidad es el efecto de esa separación y no el motivo para mantenerla”. Patricio Gomez Di Leva, psicólogo y sexólogo, está de acuerdo. Para él la separación de los baños supone que compartir este espacio podría ser peligroso. “Algo similar se pensaba hace un tiempo con los colegios exclusivamente para hombres o para mujeres”, explica el psicólogo, para quien lo menos discriminatorio es que haya un solo baño y se comparta, mientras que la existencia de un tercer baño es incluso más discriminatoria que la opción de dos. Una posibilidad intermedia son los baños semi-unisex que, aunque designan cubículos masculinos y femeninos, tienen la bacha y el espejo de uso compartido. Este es el caso de lugares como Soria Bar, Antares Cañitas y Caracas Bar. “En un bar de clima distendido, el uso compartido de bachas y espejo no sonroja a nadie y hasta incluso puede generar un encuentro fortuito mientras el muchacho se arregla un poco el pelo y ella se retoca el maquillaje”, explican desde Soria Bar.

La tendencia no se concentra en la ciudad de Buenos Aires y ya pueden encontrarse ejemplos en otros puntos del país. En Córdoba capital, los bares Dada Mini y Apartamento han avanzado en la dirección del sanitario mixto. “Se trataba de optimizar los espacios disponibles y que hubiese más baños”, explica Sebastián Gullo quien administra ambos establecimientos y que reconoce que la innovación tuvo una recepción muy buena entre un público joven que encuentra divertido que los dos sexos se encuentren en el mismo ámbito, hombro a hombro frente al espejo. En Córdoba, la situación se facilita por un avance en materia de normativa: en el 2012 el Consejo Deliberante de la ciudad modificó el Código de Edificación al permitir el emplazamiento en locales gastronómicos de un baño unisex adaptado para personas con discapacidad.


Los baños mixtos en las universidades.


La costumbre no sólo se difunde por lugares de esparcimiento. Así lo demuestra el caso de la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad Nacional de Rosario. Mientras que la institución conserva otros baños tradicionales, el del primer piso empezó a ser usado de manera espontánea por el público sin diferenciar sexo. Esta realidad fue asumida por la institución y en el año 2009, con una refacción, se impuso como sanitario mixto. Para el vice-decano Daniel Randisi, “se dio como algo  natural, y quizá sea un proceso que la sociedad vaya a atravesar en un momento”.

En la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, a diferencia de la anterior casa de estudios, la neutralización de todos sus baños fue buscada y pensada como una política de género. En el 2012 la institución tomó esta decisión para acompañar la sanción de la Ley de Identidad de Género. La medida generó revuelo y un intenso debate. “Los que estaban en contra sentían que la medida vulneraba su intimidad. Quienes estábamos a favor, intentamos desdramatizar la cuestión, y rescatar el lado equitativo”, refiere Mariano Torroba, estudiante de la facultad. Según el joven, la adaptación llevó tiempo: los hombres continuaban yendo al baño que antes era de hombres, y las mujeres al que tradicionalmente les correspondía. “Con el correr del tiempo, la mayoría de la gente fue acostumbrándose y hoy es una práctica que casi pasa desapercibida”, afirma el estudiante.

Para Gustavo Casals, profesor de la UBA y especialista en estudios de género, es indudable el avance cultural de este tipo de arquitectura. “La configuración sugerida es un baño no asignado para ningún género, con cubículos individuales, separados e inclusivos para cualquier manifestación”, explica el investigador.

Entonces, si el baño unisex es igualador, economizador de espacio y práctico tanto para los usuarios como para los dueños de las instalaciones, y si la incomodidad y el pudor son escollos que se dejan atrás con la costumbre, ¿estamos frente a los baños públicos del futuro?



La historia de los baños separados por sexo.

El ser humano cae con facilidad en la ilusión de que las cosas que existen en la actualidad, existieron siempre. Los baños separados por sexo se podrían prestar a la confusión. Lejos de lo que uno supone esta división es demasiado reciente. De acuerdo a la socióloga Sheila Cavanagh los primeros sanitarios separados para hombres y mujeres aparecieron en un baile de Paris en 1739. Antes de esa fecha, los baños públicos que se conocían eran unisex o marcados como masculinos.

Tampoco el baño separado por sexos es una costumbre difundida en todo el mundo. Los sanitarios compartidos siguen siendo lo más común en países como Ghana, China y la India, y son populares en muchos otros puntos del hemisferio oriental. En su libro Damas y caballeros: baños públicos y género, las investigadoras Olga Gershenson y Barbara Pender señalan que los baños segregados por sexo son un invento moderno y occidental, ligados a la urbanización, la intensificación de la preocupación por la higiene, una nueva mirada sobre el cuerpo y la intimidad y una ideología que separaba fuertemente la esfera masculina de la femenina.


La aparición de baños públicos separados por sexo tuvo relación con el ingreso de la mujer al mundo del trabajo y, por lo tanto, su mayor presencia en la esfera pública. Así fueron surgiendo normas y códigos de edificación que dictaban añadir a los lugares de trabajo los baños femeninos antes ausentes. De esta forma, mientras que en su momento la aparición de los baños separados por sexo significó hacer más visible a la mujer, quien dejaba de estar confinada a las tareas domésticas, muchos observan que hoy en día esta división perpetúa una desigualdad.

8 de septiembre de 2014

¿En qué nos parecemos a Relatos Salvajes?

Relatos Salvajes es una película hecha a la medida de la Argentina: una sociedad brutalizada en donde la ley de la selva, la imposición  del más fuerte, se ha vuelto una clave de la relación intersubjetiva, la única forma imaginable de torcer un conflicto o un potencial conflicto a favor de uno. Vivimos en una sociedad en donde la invasión y la demostración de poder personal ha reemplazado a la subordinación a la instancia racional de la norma (tanto norma escrita como norma de buen uso), la única que puede resguardar la ya lesionada convivencia. Las personas protegen sus intereses individuales y se despreocupan por los efectos de sus acciones sobre el orden colectivo: se descree que exista tal cosa como la comunidad; quienes ponen alguna preocupación por el otro antes que el afán personal se equivocan, porque el Otro no existe en una sociedad anómica (el Otro como instancia del orden simbólico, de la puesta en común de subjetividades). Si el Otro, como orden comunitario, no existe, quedá debilitada también la existencia del otro como simple alteridad.

Relatos Salvajes convoca a la identificación al interior de la sociedad argentina, una sociedad con altísimos niveles de muertes en siniestros viales porque cumplir reglas de tránsito es de maricones, porque mediante el culto a la velocidad se demuestra la propia virilidad, porque las reglas sólo cobran sentido si hay una instancia de autoridad presente que pueda sancionarla (y no tienen ningún valor fuera de la potencial sanción), porque en las bocacalles pasa primero el que se anima, el que no teme, el que es guapo, antes que aquél al que las normas le entregan prioridad. Argentina es ese lugar donde el ciudadano que persigue la sanción de una transgresión (por ejemplo, mediante una fotomulta) es estigmatizado como un “botón”, o “un buchón”. Es decir, el cumplimiento de la norma es caratulado en el imaginario predominante como negativo, aun cuando es la norma la garantía de codificación y anticipación de las interacciones sociales y, por lo tanto, su resultado sólo puede ser la inexorable pacificación. Alcanza con recorrer las calles de Buenos Aires, y principalmente de su conurbano, para detectar  la cantidad de autos estacionados en las veredas, como si el peatón no existiera o no tuviera derechos, como si el discapacitado tuviese la obligación de bajarse a la calzada vehicular y circular allí donde encontrará menos obstáculos. O como si se creyera que el discapacitado sencillamente vive una vida que no merece ser vivida, por más esfuerzos que se haga en aliviarla; ¿y entonces para que invertir esfuerzos en aliviarla? Como si los automovilistas estuvieran convencidos de que es aceptable que el auto se imponga en la jerarquía de la vía pública dado que puede imponerse a un nivel físico: la potencia de su motor y la fuerza de su carrocería sobre la frágil humanidad de un peatón o un ciclista. ¿Por qué no aceptar una superioridad física que es inherente al mundo de los objetos?

Y no me estoy alejando un centímetro del tema de la película para ocuparme de la más irrelevante convivencia en el espacio público: por lo menos tres de las seis historias de Relatos Salvajes tienen a la vía pública como su escenario dramático; tres de las seis historias presentan al automóvil, por distintos motivos, como una fuente de malestar; en tres de las seis historias hay un encuentro con un otro que se vuelve amenazante en el espacio público que es, por definición, el lugar del encuentro con la alteridad. Una pelea extrema y trágica en la ruta, en donde una maniobra vial está implicada (dar el paso a quien viene a mayor velocidad); un vengador ante la injusticia de la ciega burocracia de remolcadores de autos; y una muerte al volante que acecha a una familia como el inexorable final. Todos estos son ejemplos de cómo la violencia surge en la expresión más abreviada de la interacción social: un cruce de dos personas. Como me dijo personalmente el sociólogo urbano Dan Zunino, la Argentina es una sociedad tan jodida que existe tensión en cada bocacalle, dos personas cruzándose ya originan un conflicto. De alguna manera, la microsociología del espacio público oficia de una macrosociología; entender las dinámicas que acontecen en la calle, donde avanza una irrefrenable brutalización, permite dar cuenta de un modo de ser como sociedad.


Habría que pensar si el avance de la ley del más fuerte no es la venganza de la mayoría oprimida por un poder basado en una fuerza intangible: las leyes ciudadanas, que son etéreas e inmateriales, y la distribución del capital intelectual. Quien se siente vigoroso, joven y potente y encuentra que un poder intangible y simbólico lo ata y lo subyuga, se pregunta cuando será la fuerza brutal de sus músculos la que lo libere y se imponga sobre los alfeñiques que detentan el poder y lo someten. Sin duda, la brutalidad es la no aceptación de la derrota en un orden de cosas desigual, arbitrario en su distribución de bienestar, pero necesario en su existencia.

27 de julio de 2014

Respuesta a "La falsificación histórica de @nofumarx"

El post "La falsificación histórica de @nofumarx" (http://www.twitlonger.com/show/n_1s2k7nr) fue una respuesta a mi post anterior "¿Por qué oponerse a Israel es oponerse a los judíos?". Aquí mis respuestas a los puntos más cuestionables.

"Hashomer Hatzair en esos años no abogaba por un Estado judío; era partidario de un Estado binacional en Palestina" Esto no es así. Hashomer Hatzair como la mayoría de los movimientos sionistas buscaban la reunificación de la nación judía en Palestina. Algunas figuras públicas judías, como el escritor Martin Buber, abogaban por un estado binacional, pero eran casos aislados y no el propósito de los movimientos. Si bien formaba parte de un debate interno qué posición tomar frente a los árabes, si sumarlos o no a los kibutzim y moshavim y en qué carácter, un objetivo común de todo el sionismo en la línea marcada por Herzl era la concentración territorial de los judíos y la constitución de un Estado propio.

"¿Qué tiene que ver la mayoría árabe en Palestina con los campos de concentración y la opresión de los judíos en Europa?" La respuesta es simple: todo. Palestina era mayoritariamente árabe sólo porque los judíos vivían en la dispersión, en condición de sometimiento. Como consecuencia de su dispersión geográfica y la desligitmación de su existencia nacional, sufrieron abusos por parte de las naciones en cuyos territorios habitaban. 

Es llamativo que el autor omitiera la totalidad de mi frase que hacía referencia no sólo a la persecución en Europa sino a la ciudadanía de segunda y linchamientos de judíos en el mundo árabe. ¿Se trata de una omisión intencional como si el autor comprendiera que el poblamiento de Israel por judíos mizrahim (judíos orientales) también estuvo ligada a la hostilidad que enfrentaban éstos en los países árabes? Hoy en día la mayor parte de los israelíes provienen de países árabes/musulmanes y esto nunca hubiera sido posible si los otrora enemigos de Israel hubiesen integrado correctamente a sus judíos.

Partir de la "Palestina mayoritariamente árabe" para entender el conflicto es tener un narrow frame , es mirar la foto en vez de la película, porque la Palestina mayoritariamente árabe existía en la medida en que la ausencia prolongada del pueblo hebreo en ese territorio lo había arrojado a un destino penoso.

"Los propulsores de un Estado judío no estuvo clara hasta que fueron descartadas otras alternativas de emigración como Argentina y Uganda". Evaluaron otras alternativas si no era posible la reunificación en Palestina, pero las descartaron rápidamente, en el 3er Congreso Sionista apenas comenzaba el siglo XX. El autor podría bien haber recordado por qué se descartaron estas alternativas: porque sólo sería viable y estimulante la reunificación de los judíos en la tierra de su memoria histórica: Palestina o Eretz Israel.

"Lo más perverso de este artículo es sin duda la negación de las aspiraciones nacionales palestinas. Los palestinos no serían palestinos, sino meramente árabes" Palestina era una región geográfica imprecisa que fue diseccionada por los límites arbitrarios con los que franceses e ingleses se repartieron los territorios. En cambio lo árabe representa una identidad nacional, étnica, lingüística y cultural. Habría que reconocer que, siguiendo la delimitación de la Palestina del mandato británico, los habitantes de Jordania también serían mayoritariamente palestinos y que para el año 1948 no hay absolutamente ninguna diferencia identitaria entre los árabes de la Cisjordania y los árabes de Transjordania. Esto fue un constructo posterior.

"El problema de los refugiados no sería responsabilidad del Estado israelí (...) sino de los países árabes que no los quisieron convertir en ciudadanos y así resolverle el conflicto a Israel" La verdad que no se hubiera tratado de resolverle un conflicto a Israel sino de resolverle el problema a sus propios co-nacionales árabes, si es que la solidaridad con un paisano tiene algún sentido. Hoy en día, nace un niño árabe en un campo de refugiado situado en el territorio libanés y no recibe los derechos ciudadanos de cualquier otra persona nacida en el Líbano. Y eso es una decisión humanitaria que los Estados árabes postergaron por meros cálculos geo-políticos.

A continuación el autor se lanza a demostrar que las guerras del 56 y 67 fueron agresivas por parte de Israel y que no estaba su integridad en juego. Para eso se basa en los análisis e interpretaciones de EEUU y Beguin sobre el movimiento de tropas en la frontera de Egipto y Siria, si era o no inminente un ataque de estos países. Lo que queda en claro en todo lo citado por el autor del texto es que se tratan precisamente de análisis e interpretaciones. Evidentemente, los líderes militares israelíes hicieron un análisis e interpretación diferente que los llevó a concluir que el ataque árabe sería inminente, cosa que se desprendía de la movilización de sus tropas en la frontera. El autor tendrá que disculpar a Golda Meier o Abba Eban por no tener las mismas capacidades de interpretación que Beguin o los EEUU y haber llegado a conclusiones distintas.

Lo que no se puede negar, y esto es lo que importa en mi punto y no lo anecdótico de quién disparó primero, es que sí estaba presente en los discursos y en las decisiones militares de los líderes árabes la CONSTRUCCIÓN DE UN ESCENARIO BÉLICO, el escalamiento de la tensión hasta el punto en que un enfrentamiento se hacía inevitable. Esto pasó en el 56 con el bloqueo marítimo de Israel que forzó el enfrentamiento. ¿Y eso por qué? Porque hasta la década del 70, los árabes conservaban la esperanza de invadir Israel y destruirla, matando y expulsando a sus habitantes que, hasta hace muy poco tiempo atrás, habían sufrido los pogroms y el nazismo europeo. Y esto sólo lucía como la continuación, una matanza más, una expulsión más.

El punto central que señalé en mi post anterior y reafirmo en este consiste en una trampa que se le ha tendido al pueblo judío a lo largo de la historia, el desconocimiento y deslegitimación de su existencia nacional. Como dice el psicoanalista Itzigsohn: "los judíos eran vistos como morochos y de tez morena en Europa, rubios y de ojos celestes en Palestina; asiáticos para los europeos, europeos para los árabes". Este punto es central en la comprensión del sionismo y de Israel.


23 de julio de 2014

¿Por qué oponerse a Israel es oponerse a los judíos?



Todos hemos conocido anti-israelíes que, pese a su hostilidad, afectan cierto aprecio por lo judío. Es en boca de ellos que oímos loas al levantamiento del Gueto de Varsovia, cuyo espíritu liberador y antifascista pretenden contraponer al belicismo y el ánimo opresor que encuentran en el sionismo y el Estado de Israel. En esta argumentación (si es que puede llamarse así) no faltará una alabanza al comandante de dicha revuelta, Mordejai Anilevicz, mártir de la causa, aplastada su vida junto a lo que quedaba del gueto. ¿Pero es válida la contraposición entre el espíritu de esa revuelta y el espíritu del Estado Sionista de Israel? Mordejai Anilevicz, con sólo 23 años, fue el comandante de la ZOB (Żydowska Organizacja Bojowa en polaco u Organización para la Lucha Judía) movimiento de resistencia que se organizó en el Gueto de Varsovia una vez conocidos los planes nazis de acabar con aquél y aniquilar a todos sus habitantes. El ZOB no estaba solo. Lo acompañaba en la resistencia el ŻZW (Żydowski Związek Wojskowy, o Unión Militar Judía), cuyo comandante era el joven Pawel Frenkiel. Ahora bien, ¿de dónde provenían estas milicias clandestinas? El ZOB fue constituido por tres organizaciones juveniles: Hashomer Hatzair, Habonim Dror y Bnei Akiva. Atención: uuu...nombres en hebreo. Exacto, porque sus militantes estudiaban hebreo aun viviendo en Polonia y consideraban, en medio de tanta muerte, que el futuro del pueblo judío no estaba en Europa (donde sólo había para ellos destrucción) ni en ninguna diáspora. Para esos militantes la única emancipación posible luego de dos mil años de persecuciones y sometimientos se encontraba en la reunificación de la nación judía en su hogar nacional, la tierra de su memoria histórica, aquella región del planeta conocida como Palestina. Es decir, los valientes héroes del gueto de Varsovia eran SIONISTAS. ¿Y qué hay del ZZW, la otra organización resistente del gueto? Ésta fue conformada por la fusión de tres organizaciones: Betar, Brit Hajaial y células del Irgún Tzvaí Leumí. Otra vez nombres hebreos, otra vez jóvenes que estudian hebreo en medio de la desesperante Varsovia y cuyo sueño era emigrar a  Petaj Tikva o Rishon LeZion, otra vez jóvenes judíos no religiosos que sin embargo ponían mucha énfasis en aquél saludo tradicional de Rosh Hashaná: “el próximo año en Jersualem”[1]. Sí, los del ZZW también eran SIONISTAS. Si uno se pone a revisar exhaustivamente encontrará que la resistencia judía al nazismo, con todos sus esfuerzos frustrados por combatir a la monstruosa maquinaria nazi, se sostenía en los movimientos juveniles sionistas.

¿Y qué pasó con el Bund, el ejemplo perfectamente trosco de cómo los valores obreristas y universalistas del socialismo pueden ponerse por encima de las identidades nacionales, de cómo los judíos podían integrarse a las sociedades en que vivían en su carácter de clase? Más allá de las buenas intenciones del Bund, no se puede negar que su orientación fue estéril. Los movimientos sionistas sencillamente fueron más efectivos en la salvaguarda del pueblo judío y por eso se impusieron. Hoy el bundismo es una añoranza lejana y el sionismo el fundamento ideológico de un Estado. Cuando la organización juvenil sionista-socialista Hashomer Hatzair, durante una reunión en Varsovia, propuso al Bund la creación de una organización armada de defensa propia, la oferta fue rechazada por los bundistas porque no confiaban en que el emprendimiento pudiese tener éxito sin el soporte de los grupos polacos de resistencia. Es decir, no confiaban en que los judíos pudiesen valerse por sí mismos. Seguían atascados en un paradigma atrasado, que el sionismo venía a transformar. Ante el derrumbe inexorable de ese mundo, se trataba para el judío de hacerse fuerte, valerse por sí mismo y no esperar nada del resto.

Ergo, no sólo el espíritu del Estado Sionista de Israel no está en contradicción con el levantamiento del gueto de Varsovia, sino que es la continuación lógica y esperable de aquél.

Hoy en día la fórmula de la paz parece pre-fabricada. Está en boca de todos: dos Estados para dos pueblos, el Estado Palestino al lado del Estado de Israel, casi como si la fórmula hubiera estado allí desde siempre, como si no fuera que su viabilidad tiene fecha reciente, hace exactamente 20 años, durante los acuerdos de Oslo. Pero si el conflicto tiene aproximadamente 70 años y la solución de dos Estados se piensa seriamente sólo hace 20, ¿qué pasaba antes? O, mejor dicho, ¿cómo se llegó a este compromiso? Bien, los árabes desde el comienzo rechazaron cualquier Estado judío, sin importar sus dimensiones, en la medida en que lo consideraban un retroceso en relación a una situación original, previa al surgimiento del movimiento sionista, cuando vivían en una Palestina mayoritariamente árabe. Lo primero que hay que decir es que esta Palestina mayoritariamente árabe tenía de trasfondo el sometimiento de los judíos en los ghettos y campos de concentración europeos y la ciudadanía de segunda y los linchamientos de judíos en los países árabes. Sólo este gris destino del pueblo judío podría sostener la ilusión de una “Palestina para los palestinos”. En esa Palestina mayoritariamente árabe faltaba una pieza: los judíos sometidos en su diáspora.

Pero volvamos a un punto anterior. Y me refiero a los árabes, porque hasta 1964 en que se crea la OLP, la cuestión palestina estaba exclusivamente en manos de los Estados árabes. Lo único que separó a los palestinos de ser jordanos o libaneses fue el deseo de los Estados árabes de no entregar la ciudadanía a refugiados, conservar su estatuto de refugiados y así mantener vivo el conflicto (Israel incorporó a judíos expulsados de Egipto por Nasser, quien adicionalmente confiscó sus propiedades. Egipto no incorporó a gazatíes desplazados por la creación de Israel, y prefirió hacinarlos en campos de refugiados. Es decir, Israel incorporó a judíos desplazado de todos los países árabes; los países árabes no incorporaron a árabes desplazados de la naciente Israel).

Para los árabes cualquier Estado judío era un retroceso en relación a una situación originaria, previa al surgimiento del movimiento sionista. Por lo tanto rechazaban incondicionalmente la existencia de cualquier Estado judío. Así fue como los árabes dijeron NO al plan de partición de la Comisión Peel de 1937 , NO a la partición de la ONU de noviembre de 1947, en 1967 no se conformaron con un solo NO y dijeron los famosos TRES NO de Jartum: NO a la paz con Israel, NO al reconocimiento del Estado de Israel, NO a las negociaciones con Israel. Los estados árabes (algunos de los 22 estados árabes que hay en el mundo) invadieron Israel, ese país fundado por sobrevivientes de pogroms y del Holocausto, con el propósito de expulsar a sus habitantes. Y no ocurrió una sola vez sino repetidamente en el 48, luego en el 56, en el 67 y en el 73, en todas las oportunidades sin éxito. En cada uno de estas negativas árabes, en cada una de estos enfrentamientos, Israel avanzó. Avanzó territorialmente, militarmente, tecnológicamente y anímicamente. La única razón por la que la expectativa árabe palestina actual está puesta en tener soberanía sobre Cisjordania y Gaza (incluso más pequeñas que las de la partición) y desestiman la posibilidad de ingresar con ejércitos y despoblar a Israel de judíos, es porque Israel ha avanzado lo suficiente para imponer este escenario. Dado que en el fondo del conflicto está el desconocimiento absoluto de las pretensiones nacionales y territoriales del pueblo judío, nos encontramos con la paradoja de que la solución de los dos estados sólo aparece en el horizonte de lo pensable cuando Israel ha avanzado lo suficiente para derribar cualquier expectativa árabe sobre la desaparición del Estado de Israel. Los árabes pasaron de los tres NO de Jartum a rogar por un pedazo de Cisjordania sin asentamientos, no porque los árabes se hayan apiadado, sino porque los israelíes lo impusieron en el terreno. Es una verdadera paradoja. Si avanzar fue lo único que permitió a Israel consolidar su misma existencia, ¿quién podría convencer a sus dirigentes de que tendrían una ganancia si dejaran de hacerlo? 

Constituye una verdadera hipocresía llamar a la creación de un Estado Palestino al lado del Estado de Israel cuando al jugador ya no le quedan más cartas, cuando el jugador apostó una y otra vez por la desaparición del Estado de Israel y una y otra vez perdió (pero aun así pretende retirarse de la mesa con el mismo dinero con el que ingresó al juego). Si los árabes hubieran aceptado la partición de noviembre de 1947 tendrían menos que sus expectativas, pero mucho más de lo que tienen ahora. Fueron por más, quisieron la liberación y la gloria. Fueron derrotados en cada uno de sus emprendimientos militares. Resulta lógico entonces que sus pretensiones territoriales sean desatendidas y que se les haga una propuesta que encuentran desfavorable. Nunca hubieran confiado en las armas en primer lugar.

El miedo de los israelíes vuelto constantemente agresividad, su corrimiento a la derecha, su opción electoral por fórmulas belicistas y expansionistas son casi la respuesta ante el siguiente hecho: Israel tiene enemigos que desconocen su derecho a la existencia, que siguen soñando con una Palestina anterior al 48. Ahí es donde el sentimiento anti-israelí muestra su lado más macabro. Cito mi post “¿Existen los sionistas?”:

Aun cuando es posible aceptar que “antisionismo” y “antijudaismo” son términos teóricamente distintos el problema es el siguiente: cuando tomamos las consignas antisionistas “demasiado en serio”, nos encontramos con los efectos antisemitas como un resultado no deseado de nuestra acción. Es decir, si llevamos las consignas del antisionismo hasta sus últimas consecuencias habría que reconocer que el resultado podría ser letal y dramático para los judíos de Medio Oriente: ¿es posible imaginar al Estado de Israel siendo desmantelado libremente por sus enemigos sin que esto tenga como consecuencia directa la muerte de miles de judíos? Ergo, aunque “antisemitismo” y “antisionismo” sean dos objetos teóricamente distintos, la realización final de la “destrucción del Estado de Israel” no podría acometerse sin el exterminio de judíos, sea planificado o no planificado.

Por lo tanto, las decisiones de Israel y sus consecuencias no pueden ser evaluadas contra el background de “la situación ideal” sino contra el background de los potenciales desenlaces que tendrían otras decisiones posibles. Imaginemos una ucronía reveladora; imaginemos que los ejércitos árabes hubieran tenido éxito en su incursión militar de junio de 1967 y hubieran “liberado a Palestina”, slogan que con tanta gratuidad se usa en la actualidad. ¿No hubiera sido necesario para destruir la macabra Entidad Sionista, como era el sueño de Nasser, masacrar judíos en masa, ya que estos, que contaban por varios millones, no tendrían cabida en ningún Estado árabe vecino ni serían recibidos por los países europeos de los que huyeron, en cuyos suelos sus antiguos hogares no existían más? Cualquier secuela negativa de la victoria israelí de 1967 queda minimizada al lado de los potenciales escenarios que habrían emergido de su derrota.


[1] Le shaná habá be Yerushalayim (“que el próximo año nos encuentre en Jerusalén”), el saludo con el que los judíos tradicionalmente despedían el año estando en la Diáspora en la celebración de Rosh Hashaná.