---x--- El más ambicioso proyecto: clasificar a la totalidad de la juventud argentina ---x---

21 de julio de 2012

Diálogo real con intrusión de lo Real.


-Hola. ¿Qué tal? ¿Hablo con el pintor, verdad? (no anoté el fucking nombre)
- Mmm...sí.
- Te llamo porque hace un mes viniste a mi departamento para evaluar qué trabajo correspondía hacer en una pared, y me dijiste que me ibas a contactar después y pasó un mes y no me llamaste. Por eso quería arreglar un horario para que pases a completar el trabajo. (firme y convencido)
- Disculpá. Habla el hijo. El que pasó por tu casa fue mi papá...
- Ok. (¿para qué quiero hablar con el hijo?)
-Yo...
- ¿Cómo se llama tu papá?
- Carlos
- ¿En qué momento puedo encontrarlo?
- Mirá...lamentablemente mi papá tuvo un accidente...y falleció.
-Uh, no sabía. (no sabía de verdad)
- Yo ahora me estoy haciendo cargo de sus trabajos. ¿Es particular o consorcio?
- Consorcio. Mario Bravo 381. (¿cómo murió?)
- Mirá, dame un tiempo y dejá que lo hable con el consorcio y después te llamo. 
- Dale, gracias (auuuuuuch!)

12 de julio de 2012

Utopías ciclistas. Entrevistas a Matías Kalwill de La vida en bici


Las utopías, las representaciones idealizadas de un mundo alternativo, desde Platón pasando por Moro hasta Fourier, han estado ligadas a una reflexión sobre la forma en que habitamos el espacio urbano. De alguna manera, no existen cambios radicales en las relaciones entre las personas sin transformaciones en el ambiente físico en que aquellas tienen lugar. “Utopia is full of cycle tracks”: la utopía está llena de ciclovías, decía por 1920 H.G. Wells. Y quien lo cita es Matías Kalwill, director de La vida en bici, publicación online que promueve “el ciclismo como una herramienta para transformar la ciudad, para acercar cambios que incluso van más allá de la movilidad”. 
“En Latinoamérica el 85% de la población vive en ciudades, lo que las vuelve el nuevo hábitat natural del hombre”, cuenta Matías, que charló con Cultra sobre las utopías ciclistas. 
Una revolución no puede empezar sin la bicicleta. El transporte sustentable, autopropulsado, saludable, que reduce los accidentes hasta su mínimo imaginable. Y que iguala a todos los integrantes de una comunidad en tránsito, no habiendo en el espacio público jerarquías ni estamentos, más que la cualidad de ser todos ciclistas.
En el camino hacia estos ideales, ¿qué meta cercana es atendible?
Hace poco presentamos en Río + 20 (conferencia de las Naciones Unidas sobre desarrollo sustentable) el Bikestorming.org. La idea de esta propuesta es que para el año 2030 el 51% de los viajes personales urbanos sean realizados en bicicleta. Meta medible y que, en algunas ciudades del globo, ya se está cumpliendo.
Comparado con otras ciudades, ¿cómo está posicionada Buenos Aires en materia de facilidad para desplazarse en bici?
En relación al resto de Latinoamérica, Buenos Aires está bien encaminada, sobre todo tiene un panorama allanado por varias razones: buenas condiciones climáticas para los ciclistas, superficies planas, una intención política favorable, más allá de que después se realice bien o mal. Aunque existen medidas para favorecer el uso de la bicicleta como medio alternativo, lo que no existen todavía son medidas que desincentiven el uso del auto.
¿Qué tipo de medidas?
Básicamente aquellas orientadas a que andar en auto sea caro. El espacio para estacionar es el principal regulador del uso del auto en la ciudad. Si vos tenés estacionamiento gratis y abundante lo usás. Si se quiere avanzar hacia un cambio grande se debe apuntar a tres objetivos: mejorar la sincronicidad del transporte público de calidad, crear infraestructura para la bici y desincentivar el uso del auto.
¿Qué avances ha habido en Buenos Aires?
Además de las ciclovías, se ha dado un cambio cultural que ha vuelto a la bici un objeto aspiracional. Para decirlo de otra manera, la bici es más cool que antes. Es una re-significación cultural en la que venimos trabajando con La vida en bici.
 En materia de infraestructura, ¿qué es lo que no puede faltar?
Ciclovías protegidas y separadas físicamente, en la calle y no en la vereda; limitación de velocidad para los autos en todas las arterias y no sólo en las avenidas; estacionamientos en centros de transferencia (donde se conecta con otros transportes) y en las universidades; pensar no sólo en el recorrido sino en el destino. En algunas ciudades avanzadas en la materia se ven bici-boulevards y bici-pistas.
¿Cómo te imaginás a la ciudad utópica?
Una ciudad donde una persona de 8 años y una de 80 pueden circular con autonomía. Si un chico de 8 años puede ir a la escuela con su propio transporte, algo está funcionando bien alrededor.