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23 de julio de 2014

¿Por qué oponerse a Israel es oponerse a los judíos?



Todos hemos conocido anti-israelíes que, pese a su hostilidad, afectan cierto aprecio por lo judío. Es en boca de ellos que oímos loas al levantamiento del Gueto de Varsovia, cuyo espíritu liberador y antifascista pretenden contraponer al belicismo y el ánimo opresor que encuentran en el sionismo y el Estado de Israel. En esta argumentación (si es que puede llamarse así) no faltará una alabanza al comandante de dicha revuelta, Mordejai Anilevicz, mártir de la causa, aplastada su vida junto a lo que quedaba del gueto. ¿Pero es válida la contraposición entre el espíritu de esa revuelta y el espíritu del Estado Sionista de Israel? Mordejai Anilevicz, con sólo 23 años, fue el comandante de la ZOB (Żydowska Organizacja Bojowa en polaco u Organización para la Lucha Judía) movimiento de resistencia que se organizó en el Gueto de Varsovia una vez conocidos los planes nazis de acabar con aquél y aniquilar a todos sus habitantes. El ZOB no estaba solo. Lo acompañaba en la resistencia el ŻZW (Żydowski Związek Wojskowy, o Unión Militar Judía), cuyo comandante era el joven Pawel Frenkiel. Ahora bien, ¿de dónde provenían estas milicias clandestinas? El ZOB fue constituido por tres organizaciones juveniles: Hashomer Hatzair, Habonim Dror y Bnei Akiva. Atención: uuu...nombres en hebreo. Exacto, porque sus militantes estudiaban hebreo aun viviendo en Polonia y consideraban, en medio de tanta muerte, que el futuro del pueblo judío no estaba en Europa (donde sólo había para ellos destrucción) ni en ninguna diáspora. Para esos militantes la única emancipación posible luego de dos mil años de persecuciones y sometimientos se encontraba en la reunificación de la nación judía en su hogar nacional, la tierra de su memoria histórica, aquella región del planeta conocida como Palestina. Es decir, los valientes héroes del gueto de Varsovia eran SIONISTAS. ¿Y qué hay del ZZW, la otra organización resistente del gueto? Ésta fue conformada por la fusión de tres organizaciones: Betar, Brit Hajaial y células del Irgún Tzvaí Leumí. Otra vez nombres hebreos, otra vez jóvenes que estudian hebreo en medio de la desesperante Varsovia y cuyo sueño era emigrar a  Petaj Tikva o Rishon LeZion, otra vez jóvenes judíos no religiosos que sin embargo ponían mucha énfasis en aquél saludo tradicional de Rosh Hashaná: “el próximo año en Jersualem”[1]. Sí, los del ZZW también eran SIONISTAS. Si uno se pone a revisar exhaustivamente encontrará que la resistencia judía al nazismo, con todos sus esfuerzos frustrados por combatir a la monstruosa maquinaria nazi, se sostenía en los movimientos juveniles sionistas.

¿Y qué pasó con el Bund, el ejemplo perfectamente trosco de cómo los valores obreristas y universalistas del socialismo pueden ponerse por encima de las identidades nacionales, de cómo los judíos podían integrarse a las sociedades en que vivían en su carácter de clase? Más allá de las buenas intenciones del Bund, no se puede negar que su orientación fue estéril. Los movimientos sionistas sencillamente fueron más efectivos en la salvaguarda del pueblo judío y por eso se impusieron. Hoy el bundismo es una añoranza lejana y el sionismo el fundamento ideológico de un Estado. Cuando la organización juvenil sionista-socialista Hashomer Hatzair, durante una reunión en Varsovia, propuso al Bund la creación de una organización armada de defensa propia, la oferta fue rechazada por los bundistas porque no confiaban en que el emprendimiento pudiese tener éxito sin el soporte de los grupos polacos de resistencia. Es decir, no confiaban en que los judíos pudiesen valerse por sí mismos. Seguían atascados en un paradigma atrasado, que el sionismo venía a transformar. Ante el derrumbe inexorable de ese mundo, se trataba para el judío de hacerse fuerte, valerse por sí mismo y no esperar nada del resto.

Ergo, no sólo el espíritu del Estado Sionista de Israel no está en contradicción con el levantamiento del gueto de Varsovia, sino que es la continuación lógica y esperable de aquél.

Hoy en día la fórmula de la paz parece pre-fabricada. Está en boca de todos: dos Estados para dos pueblos, el Estado Palestino al lado del Estado de Israel, casi como si la fórmula hubiera estado allí desde siempre, como si no fuera que su viabilidad tiene fecha reciente, hace exactamente 20 años, durante los acuerdos de Oslo. Pero si el conflicto tiene aproximadamente 70 años y la solución de dos Estados se piensa seriamente sólo hace 20, ¿qué pasaba antes? O, mejor dicho, ¿cómo se llegó a este compromiso? Bien, los árabes desde el comienzo rechazaron cualquier Estado judío, sin importar sus dimensiones, en la medida en que lo consideraban un retroceso en relación a una situación original, previa al surgimiento del movimiento sionista, cuando vivían en una Palestina mayoritariamente árabe. Lo primero que hay que decir es que esta Palestina mayoritariamente árabe tenía de trasfondo el sometimiento de los judíos en los ghettos y campos de concentración europeos y la ciudadanía de segunda y los linchamientos de judíos en los países árabes. Sólo este gris destino del pueblo judío podría sostener la ilusión de una “Palestina para los palestinos”. En esa Palestina mayoritariamente árabe faltaba una pieza: los judíos sometidos en su diáspora.

Pero volvamos a un punto anterior. Y me refiero a los árabes, porque hasta 1964 en que se crea la OLP, la cuestión palestina estaba exclusivamente en manos de los Estados árabes. Lo único que separó a los palestinos de ser jordanos o libaneses fue el deseo de los Estados árabes de no entregar la ciudadanía a refugiados, conservar su estatuto de refugiados y así mantener vivo el conflicto (Israel incorporó a judíos expulsados de Egipto por Nasser, quien adicionalmente confiscó sus propiedades. Egipto no incorporó a gazatíes desplazados por la creación de Israel, y prefirió hacinarlos en campos de refugiados. Es decir, Israel incorporó a judíos desplazado de todos los países árabes; los países árabes no incorporaron a árabes desplazados de la naciente Israel).

Para los árabes cualquier Estado judío era un retroceso en relación a una situación originaria, previa al surgimiento del movimiento sionista. Por lo tanto rechazaban incondicionalmente la existencia de cualquier Estado judío. Así fue como los árabes dijeron NO al plan de partición de la Comisión Peel de 1937 , NO a la partición de la ONU de noviembre de 1947, en 1967 no se conformaron con un solo NO y dijeron los famosos TRES NO de Jartum: NO a la paz con Israel, NO al reconocimiento del Estado de Israel, NO a las negociaciones con Israel. Los estados árabes (algunos de los 22 estados árabes que hay en el mundo) invadieron Israel, ese país fundado por sobrevivientes de pogroms y del Holocausto, con el propósito de expulsar a sus habitantes. Y no ocurrió una sola vez sino repetidamente en el 48, luego en el 56, en el 67 y en el 73, en todas las oportunidades sin éxito. En cada uno de estas negativas árabes, en cada una de estos enfrentamientos, Israel avanzó. Avanzó territorialmente, militarmente, tecnológicamente y anímicamente. La única razón por la que la expectativa árabe palestina actual está puesta en tener soberanía sobre Cisjordania y Gaza (incluso más pequeñas que las de la partición) y desestiman la posibilidad de ingresar con ejércitos y despoblar a Israel de judíos, es porque Israel ha avanzado lo suficiente para imponer este escenario. Dado que en el fondo del conflicto está el desconocimiento absoluto de las pretensiones nacionales y territoriales del pueblo judío, nos encontramos con la paradoja de que la solución de los dos estados sólo aparece en el horizonte de lo pensable cuando Israel ha avanzado lo suficiente para derribar cualquier expectativa árabe sobre la desaparición del Estado de Israel. Los árabes pasaron de los tres NO de Jartum a rogar por un pedazo de Cisjordania sin asentamientos, no porque los árabes se hayan apiadado, sino porque los israelíes lo impusieron en el terreno. Es una verdadera paradoja. Si avanzar fue lo único que permitió a Israel consolidar su misma existencia, ¿quién podría convencer a sus dirigentes de que tendrían una ganancia si dejaran de hacerlo? 

Constituye una verdadera hipocresía llamar a la creación de un Estado Palestino al lado del Estado de Israel cuando al jugador ya no le quedan más cartas, cuando el jugador apostó una y otra vez por la desaparición del Estado de Israel y una y otra vez perdió (pero aun así pretende retirarse de la mesa con el mismo dinero con el que ingresó al juego). Si los árabes hubieran aceptado la partición de noviembre de 1947 tendrían menos que sus expectativas, pero mucho más de lo que tienen ahora. Fueron por más, quisieron la liberación y la gloria. Fueron derrotados en cada uno de sus emprendimientos militares. Resulta lógico entonces que sus pretensiones territoriales sean desatendidas y que se les haga una propuesta que encuentran desfavorable. Nunca hubieran confiado en las armas en primer lugar.

El miedo de los israelíes vuelto constantemente agresividad, su corrimiento a la derecha, su opción electoral por fórmulas belicistas y expansionistas son casi la respuesta ante el siguiente hecho: Israel tiene enemigos que desconocen su derecho a la existencia, que siguen soñando con una Palestina anterior al 48. Ahí es donde el sentimiento anti-israelí muestra su lado más macabro. Cito mi post “¿Existen los sionistas?”:

Aun cuando es posible aceptar que “antisionismo” y “antijudaismo” son términos teóricamente distintos el problema es el siguiente: cuando tomamos las consignas antisionistas “demasiado en serio”, nos encontramos con los efectos antisemitas como un resultado no deseado de nuestra acción. Es decir, si llevamos las consignas del antisionismo hasta sus últimas consecuencias habría que reconocer que el resultado podría ser letal y dramático para los judíos de Medio Oriente: ¿es posible imaginar al Estado de Israel siendo desmantelado libremente por sus enemigos sin que esto tenga como consecuencia directa la muerte de miles de judíos? Ergo, aunque “antisemitismo” y “antisionismo” sean dos objetos teóricamente distintos, la realización final de la “destrucción del Estado de Israel” no podría acometerse sin el exterminio de judíos, sea planificado o no planificado.

Por lo tanto, las decisiones de Israel y sus consecuencias no pueden ser evaluadas contra el background de “la situación ideal” sino contra el background de los potenciales desenlaces que tendrían otras decisiones posibles. Imaginemos una ucronía reveladora; imaginemos que los ejércitos árabes hubieran tenido éxito en su incursión militar de junio de 1967 y hubieran “liberado a Palestina”, slogan que con tanta gratuidad se usa en la actualidad. ¿No hubiera sido necesario para destruir la macabra Entidad Sionista, como era el sueño de Nasser, masacrar judíos en masa, ya que estos, que contaban por varios millones, no tendrían cabida en ningún Estado árabe vecino ni serían recibidos por los países europeos de los que huyeron, en cuyos suelos sus antiguos hogares no existían más? Cualquier secuela negativa de la victoria israelí de 1967 queda minimizada al lado de los potenciales escenarios que habrían emergido de su derrota.


[1] Le shaná habá be Yerushalayim (“que el próximo año nos encuentre en Jerusalén”), el saludo con el que los judíos tradicionalmente despedían el año estando en la Diáspora en la celebración de Rosh Hashaná.

17 comentarios:

  1. Israel es la materialización de las aspiraciones de un grupo de personas que representan la especulación, la intriga, la usura y cuyos intereses llevaron a Europa a la guerra 2 veces en el siglo 20 y que aun hoy en día sostienen con su poder de lobby un mundo desigual, injusto, donde la especulación es mas redituable que la producción. si no pregúntenle a Griessa... es esa concepción del capitalismo contra la que la humanidad debe oponerse. israel es solo la parte mas visible de un monstruo de muchas cabezas contra el que la humanidad viene luchando desde la edad media...

    Suerte que en Europa el antisemitismo nuevamente está despertando...

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  2. Paul Singer, la cara visible de los Fondos Buitre, es un señor de casi 70 años que fundó Elliot Management Corporation con 1 millón de dólares y hoy administra 23 mil millones. Así hacen la plata los "prepucio-less" "hábiles para los negocios", a pura usura, malditos chupasangre!
    Dónde van, llevan la guerra y la miseria para todos los no judios, por algo no los quieren en ningún lugar. Los EE.UU les crearon un estado en medio oriente y miren el quilombo que armaron. Ustedes no quieren la paz, no pueden estar en paz; ustedes viven de la miseria ajena.

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  3. Mirá, es Judia, fue parte del ejército israelí y tiene más sentido de la humanidad que vos; que nacista acá, y te contaron el cuento de los padrinos mágicos y la tierra prometida:

    http://www.theclinic.cl/2014/07/21/maya-wind-judia-y-activista-por-palestina-en-jerusalen-la-violencia-de-hamas-es-una-resistencia-a-nuestra-ocupacion/

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  4. Cuánto antisemitismo del medioevo hay que leer en los comentarios, lamentablemente.
    Muy bueno el artículo, sobre todo por recalcar un hecho que pasa desapercibido, y es cómo los estados árabes adyacentes a Israel no quisieron recibir en su población a los mismos árabes, para crear así un foco de resistencia e inconformidad que fue creciendo con los años.

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  5. Este es un claro ejemplo de antisemitismo disfrazado de antisionismo. Solo que en los comentarios de abajo le va agregando matices al tema aunque todo sea inconexo. La realidad es que no se de donde sacas que Israel materializa la especulación, la intriga, la usura... me pregunto cuántos judios conoces, cuántos israelies conoces... Y si todos ellos te parecieron tan iguales entre sí, representando de manera generalizada la misma cosa. A mi en realidad me parece que son ideas inventadas, creadas por la mente, son PREJUICIOS Y ESTEREOTIPOS, lamentablemente ideas que aún circulan. Tengo la seguridad de que con este criterio, aseverando cosas TOTALMENTE CARENTES DE BASES REALES,... el judio o el israeli puede transformarse EN LO QUE VOS QUIERAS QUE SEA... porque seguramente las cosas que afirmás, las sacaste de algun libro del partido nazi de 1939. Lamentablemente pensamientos así condujeron a un holocausto que vos mismo consideras que el judio provocó (si bien fue el mas perjudicado). Lamento en lo mas profundo que todavia haya pensamientos tan retrogrados circulando, pensamientos que deberían estar totalmente extinguidos. Me gustaría que te replantees de donde sacas toda esta información, y cuan real verdaderamente es... Y tambien que intentes salir un poco mas de los conceptos mentales que te armas y vayas al mundo, a interactuar con los que te rodean, para poder generar tus propias ideas por medio de la experiencia y el intercambio. Israel no es mas que un pais, con capitalistas, socialistas (de esa manera fue que se creó el estado, desde el comunismo/socialismo), te falta mucha historia también. Te recomiendo leer un poco mas y conocer al prójimo antes que condenarlo a muerte alentando un antisemitismo que resurge.

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  6. Totalmente de acuerdo con todo.
    Lo único quería aclarar una cosita, pese a lo que bien decís el Bund si jugó un papel importante en la resistencia y en el levantamiento, estoy casi seguro de que fue el único movimiento no sionista que participó.
    Por otra parte, el movimiento que fue parte del ZOB en ese momento fue Dror, posteriormente Habonim Dror.

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  7. Excelente el post. Lo comparto en el face. El centro de la cuestión (y que algunos trasnochados se niegan a admitir) es que el objetivo final de Hamas es que aspia a un genocidio, e Israel no; solo a la supervivencia. Son PRINCIPIOS muy diferentes (por más que hoy ambos bandos están equiparados en que desprecian la vida del oponente y por más que hoy Israel, por ser el ganador y el fuerte, aparezca como el malo de la pelicula). "Israel tiene enemigos que desconocen su derecho a la existencia, que siguen soñando con una Palestina anterior al 48." Este es el punto que lamentablemente, queda fuera de foco cuando se enfoca el conflicto sólo desde la noticia actual: los muertos palestinos de la semana. Por eso está bueno el post; pone en perspectiva histórica la reacción actual de Israel (acaso desmedida y guiada en parte por el odio y la venganza), y pone a consideración los fundamentos morales de ambos bandos ADEMÁS de las acciones cometidas.
    Y en cuanto a los comentarios ridículos que aparecieron, suscribo plenamente lo que dijo Jessica de la Torre... yo francamente ni me hubiera molestado en contestar.

    saludos, Ezequiel Gaut

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  8. Andrés, dos cosas.
    Primero, en el 56 Egipto no invadió Israel, sino que fueron Israel, Francia y Gran Bretaña quienes invadieron Egipto por haber nacionalizado el canal de Suez y prohibido su acceso a Israel a través de él.
    Segundo, no comparto la prédica antisionista, creo que lo mejor y más razonable es la existencia de Israel como estado judío en las fronteras de 1967 y de una Palestina independiente en Gaza y Cisjordania, pero afirmar que la "disolución" de Israel en un único estado binacional acarrearía el necesario exterminio planificado o no planificado de judíos falta a toda razón. Basta mirar el ejemplo de la República Srpska y la Federación de Bosnia-Herzegovina conviviendo bajo un mismo marco estatal a pesar de haber sufrido acciones de genocidio y exterminio mutuas (aunque muchísimo más comunes en el caso serbio) apenas unos años antes. Nada de lo que mencionás en tu texto como presunta evidencia del eventual exterminio (las guerras iniciadas por árabes en 1967 y 1973) es comparable con lo que habían vivido los bosnios apenas dos años antes de la creación del nuevo estado. El multilateralismo y la pluralidad son posibles aun en la peor de las situaciones, pero el nacionalismo no se va a cansar de reafirmar la singularidad histórica de la propia identidad desconfiando del multilateralismo y la pluralidad, al menos mientras tenga la fuerza (militar) para rechazarlos (cosa que la República Srpska no tuvo). El problema del relato nacionalista (que en este caso es israelí, pero vale lo mismo en cualquier caso) es que bloquea e imposibilita toda empatía etnocultural, y se priva de aprehender el igual derecho del otro a reclamar su singularidad. Los árabes de Palestina, decía de buena fe Ben Gurion, no deberían tener problema en irse a Transjordania o a cualquier otro país del mundo árabe, porque ellos tienen toda la tierra por fuera de Palestina. ¿Quien sabe? Tal vez es como decís y de haber existido otra actitud de parte de Jordania y Egipto hoy la identidad nacional palestina no existiría. Pero el origen de las identidades nacionales también se pierde en la noche de la historia, y lo relevante es que ahí hay, desde fines de los 60, un pueblo que se siente nación, que está ocupado y que sufre. Recién en 1994 (Oslo) se reconoció el derecho a su existencia estatal, como recién en 1994 ellos reconocieron el derecho a la existencia de Israel. Hoy sin embargo, Gaza está gobernada por un grupo terrorista que quiere un único estado árabe , mientras que el premier israelí afirma que los dos estados son una imposibilidad, y tanto en su partido (Likud, históricamente favorable a la anexión de los territorios) como en su coalición gobernante priman declaraciones contrarias al reconocimiento de Oslo. El nacionalismo (ya en la cara autoritaria de Hamas o en la de partidos democráticos como el Likud) no cesa en la negación del otro, y estaría bueno reconocer que ni Israel ni nadie tiene un monopolio de esa otredad.

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    1. Guerra del '56: ok, en este caso no se trató de una invasión, pero prohibir el acceso al canal de Suez era una forma de asfixiar a Israel para volverlo inviable. En el marco de lo que buscaba demostrar (el ánimo favorable a la destrucción de Israel en esas guerras) resulta indiferente.

      Hamas no es un nacionalismo. Es un extremismo, integrismo o fundamentalismo islámico. Elegí la denominación que te parezca más correcta. Si fueran nacionalistas (como Fatah) se podría entablar un debate sobre fronteras, refugiados, soberanía etc. Como su única razón es la religión y su causa la liberación de una Tierra Santa, no hay un terreno común para la negociación.

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    2. Sí, es cierto, es un error de mi última oración poner a Hamas como ejemplo de nacionalismo, Hamas está fuera de toda lógica. Pero igualmente aplica al nacionalismo árabe que, sin distinguir entre palestinos, egipcios o jordanos, denunciás en tu post. Por ejemplo, en 1988 ante la AG de la ONU Arafat confesaba que hasta hacía pocos años creía razonable exigir un único estado plurinacional (esto es, el fin de Israel tal como lo conocemos). No creo ver en ese nacionalismo diferencias sustantivas con lo que escribe Ben Gurion a su hijo en 1937, por ejemplo, en lo que toca a la imposibilidad de reconocer las aspiraciones identitarias del otro.

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    3. Comparto 100%. Mucha liviandad para dar como cierta una especulación sobre qué pasaría con la solución de una nación única, que es casualmente funcional al enfoque de dos naciones con una aplastando militarmente a la otra.

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    4. No, la especulación liviana es funcional al mantenimiento del status quo, que no es el de dos estados, hoy no hay dos estados. Lo que hay es un estado ocupando los territorios que pasarían a ser parte del segundo estado una vez que la solución de dos estados sea alcanzada.
      Dos estados es la solución razonable en un contexto donde ni judíos quieren vivir de igual a igual con palestinos ni palestinos con judíos. No hay motivos para imponer la solución del estado único binacional cuando es ampliamente rechazada por las partes. Los únicos que de ambos lados quieren un estado único no lo quieren binacional, lo quieren ya judío, ya árabe (o, peor, islámico, en el caso de Hamas), y eso no es justo.
      Lo mismo valía en el caso de Bosnia, y sin embargo no se particionó en dos estados, pero eso es porque en Bosnia primó en la comunidad internacional la defensa del principio de integridad territorial del estado preexistente cuando no hay consenso para su partición (Bosnia era una república no soberana que había declarado la independencia dentro de sus fronteras y en el marco de sus propias instituciones), que prevalece sobre el deseo de autodeterminación.

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  9. Muy buen post, aunque no creo estar del todo de acuerdo con cómo está presentada la situación judía en Palestina previa al '47. Cuando se afirma "el sometimiento de los judíos [a] la ciudadanía de segunda y los linchamientos [...] en los países árabes", tengo entendido que este NO es el caso para los judíos que estaban en la Palestina previa y durante la ocupación británica. Hay alguna fuente de esto?

    También es muy discutible el pasaje "se trataba para el judío de hacerse fuerte, valerse por sí mismo y no esperar nada del resto". Una pata del sionismo ya buscaba (y conseguiría) el apoyo de las potencias (luego vencedoras) de la Segunda Guerra (EEUU e Inglaterra, principalmente). Sólo hace falta nombrar la declaración de Balfour de 1917, y el indiscutible apoyo económico y militar de EEUU en la creación de Israel.

    Por último: @Frizzera, me das vergüenza ajena. Por gente como vos se hace imposible abordar un debate serio sobre este tema.

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  10. Obvio que el sionismo buscó aliados occidentales. Pero con el "valerse por sí mismo" me refería a tomar coraje y animarse a un emprendimiento nacional, que afirmase al pueblo judío y le diese el estatuto de otras naciones con sus respectivos Estados nacionales.

    Con respecto a los judíos que estaban en Palestina antes del 47, a medida que su número fue creciendo (década del '20, '30) empezaron los conflictos con los árabes y están documentados.

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    1. Sobre lo último, el problema es que tu comentario sobre la "ciudadanía de segunda y linchamientos en países árabes" previo a 1947 es de una confusión para nada menor. La ciudadanía de segunda en Baghdad o Aleppo era una situación del todo distinta de la que se daba como súbditos del mandato británico de Palestina, que es donde los linchamientos y la violencia ocurrieron, pero donde la población judía no gozaba de menos derechos que sus pares árabes. Y la violencia sectaria en el mandato previa a 1947 fue recíproca: el Irgún no se cansó de atentar contra civiles árabes. Por otro lado, es importante resaltar que no hay nada excepcional, nada singular a las identidades judía y árabe en que surgiese esa violencia sectaria en ese contexto. Como dijo Jabotinsky en 1921: "No conozco ningún ejemplo en la historia en el que un país fuese colonizado con el consentimiento cortés de su población".

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    2. Entiendo la respuesta a lo primero, claramente lo tomé muy literal. Creo igualmente que el hundimiento del bundismo responde más a un fracaso del socialismo en general, que a su ineficacia en "la salvaguarda del pueblo judío" (que es lo mismo por lo que fracasó de la misma forma en lugares más alejados como EEUU, donde también era fuerte en la década del '30). Claro que es historia contrafáctica y nunca lo sabremos :).

      MichaelK, lo que interpretás sobre la ciudadanía de segunda es tal cual. No olvides tampoco el gran problema que significaba la compra de tierras por parte de la Agencia Judía durante el mandato británico, siendo que la mayoría de los campesinos árabes NO eran dueños de su tierra, mientras que la ley establecía que las tierras compradas por la Agencia sólo permitía trabajar a judíos en ellas. Un perfecto caldo de cultivo para la violencia que la administración británica no supo/quiso manejar.

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  11. La falsificación histórica de @nofumarx

    http://www.twitlonger.com/show/n_1s2k7nr

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