El acto
ético y la perspectiva subjetiva
El núcleo que articula los reproches de Will es la
pregunta por lo Real de la paternidad y la muerte. ¿Qué es ser un padre?. Al
mismo tiempo en que su padre está agonizando, él se convertirá en un padre.
Como si la película trazase una ilustración nítida del relevo de la función
paterna en la sucesión generacional.
El final
de la película da cuenta de una iluminación del personaje de Will que lo
conduce a un cambio radical en su posición subjetiva, lo que deja leerse como
un acto ético. Un pasaje: del gran pez imaginario, fantasmático, de la palabra
vacía, al Gran Pez simbólico, de la palabra plena. El hijo se deshace de la
ilusión de la verdad fáctica y pasa a
ser él mismo el cómplice de la historia de Bloom. Dado que la situación final
de Edward difería de la escena de muerte en el río de la que tenía certeza, le
demanda a su hijo que llene esa brecha con su propia palabra. Will es empujado,
en este pedido del padre, a relatar la historia de su muerte, a continuarla. Se
trata de un acto ético, en tanto el sujeto se aliena en la universalidad del
pacto simbólico con su padre y se vuelve efectivamente libre. Según Zizek la
definición lacaniana del acto ético es: “Un acto que alcanza el límite absoluto
de la elección obligada primordial y la repite en sentido inverso.” (ZIZEK,
1994:100). La opción de Will parece ser
una variación del tópico lacaniano “le père ou pire”, traduciéndolo, el Padre o
peor (o, el padre o “pirar”) es decir la elección obligada de la comunidad, la
subordinación a la autoridad del Nombre del Padre. El hecho de que el hijo
pueda retomar la palabra del padre, es una metáfora de la asunción de su
mandato simbólico, es decir, la posibilidad de ser un eslabón más de la cadena
generacional, propia de la comunidad humana. Finalmente se trata del acto
ético, de asumir la castración paterna y participar de la universalidad que
funda el significante del Nombre del Padre.
A modo de
cierre
A lo largo de la película se puede entrever la manera en
que Will atraviesa su fantasma como si se tratase de un proceso psicoanalítico.
Cuando el padre en su lecho de muerte pronuncia las palabras “Dime, ¿Cómo sucede, cómo me voy?”, Will toma los
personajes de la batería significante del padre para completar esa brecha, allí
donde transmite una falta, su propia castración y logra ceder la palabra al
hijo.
Finalmente
no podemos dejar de referirnos, como elementos formales de la película, a una
insistencia dentro del mundo alegórico de Tim Burton del tópico de lo especular
y a la duplicación. Es otra conexión figurativa entre la película y el
psicoanálisis. Hay dos padres y dos hijos (Edward y Will son padres; Will y su
propio hijo, son hijos), hay dos esposas (Sandra y Josephine), en la audiencia
de circo se muestra a un par de gemelas idénticas y posteriormente cobran
relevancia dos mellizas siamesas. La duplicación y el carácter maravilloso de
las gemelas es un recurso de Burton para confeccionar un ambiente de asombro
verosímil.
Bibliografía
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histéricas y su relación con la bisexualidad". En Obras Completas, op. cit., t. IX.
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Godoy, C., “Conciencia y muerte
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Psicoanálisis y Psicopatología, Revista de la Cátedra II de
Psicopatología de la UBA,
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Lacan, J., "Función y campo de la palabra y
del lenguaje en psicoanálisis". En Escritos
1, op. cit., págs. 290-2.
Schejtman, F., “Seminario: Las fantasías perversas
de los neuróticos”. En Cizalla del cuerpo
y del alma…, op. cit.
Schejtman, F., “Una introducción a los tres registros”. En Psicoanálisis y psiquiatría: encuentros y
desencuentros (Temas introductorios a la psicopatología), op. cit.
Zizek, S., Goza tu
síntoma! Jacques Lacan dentro y fuera de Holywood, Ediciones Nueva Visión,
Buenos Aires, 1994, p.50, 75, 76, 100
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