En Argentina la
palabra obtuvo su deformación rioplatense: aquí los adeptos
de este género cinematográfico dicen, tal como se escribe, Gore, pronunciando
la E final. El Gore es una tradición proveniente de los Estados Unidos,
ligada a cierto goce del espectador por la truculencia, la sangre, las
tripas. Su desarrollo en nuestro país es paralelo al del festival de
cine de género Buenos Aires Rojo Sangre. La estética, que abarca tópicos
variados de zombies, mutantes, alienígenas, ha producido su pequeño
nicho de consumidores y productores. Este reducido círculo permitió
la emergencia de Gorevision y Videoflims, productora la primera, distribuidora
la segunda, ambas animadoras incuestionables de la escena fantástica
local. “En Argentina la posta la toman unos jóvenes de Haedo, quienes
conforman la productora Farsa. Es el primer atisbo del cine independiente
de explotación en el país. Aunque manejan una truculencia más
desde lo pop, las vísceras en plan comedia” – explica con un timbre
cargado de brillo Hernán Panessi, un joven que, entre muchas actividades,
dirige la distribuidora Videofilms. Con este sello edita y distribuye
DVDs de películas fantásticas y de género, a lo largo de una red
vasta y federal con más de cuarenta puntos, principalmente tiendas
de alquiler de DVDs y locales de comics. “La distribuidora permitió
juntar a realizadores que andaban sueltos. Decanta naturalmente en un
producto de nicho, pero, en el videoclub termina exhibida una película
Gore al mismo nivel que El secreto de sus ojos”, explica Panessi.
A
través de estos emprendimientos, el género en Argentina experimentó una notable revitalización, acompañado por la vehemencia de sus fieles
espectadores. “Se presupone que los films Gore generan rechazo en
el público, pero por el contrario el resultado es la empatía”, asegura. Según
el cinéfilo, el fenómeno se refleja en el éxito del festival Buenos
Aires Rojo Sangre, de cuya organización participa. En 14 años de existencia
(casi la misma trayectoria que el BAFICI) no ha parado de crecer en
programación y en público, para alcanzar en su edición pasada los
20 mil espectadores.
Según
Panessi el Gore está en un buen momento empujado por un fenómeno
más amplio y quizá insólito: la aprobación de la que goza el
cine fantástico argentino entre el público e instituciones de fomento.
El dato señala el pasaje del Nuevo Cine Argentino, de un registro más
bucólico y minimalista, a la revitalización del cine de género. “En
el Festival de Mar del Plata, el más importante del país, hace 4 años
que viene premiándose a este tipo de films. Ganaron Pompeya de Tamae Garateguy, Mi Reino por un platillo volador, de Tetsuo Lumiere, Diablo de Nicanor Loreti, Hermanos de Sangre de Daniel De la Vega. Como es un festival
clase A marca el pulso, la prensa lo refleja y el público dice: acá
hay algo. El INCAA, por lo tanto, comenzó a financiar estas películas”.
Gorevision
es una productora amiga de Videoflims, de realizaciones groseras y divertidas,
que surge a fines de la década de 1990. Su director, Germán Magariños,
explica que tiene en su haber quince películas de las cuales las más
célebres son Sadomaster I y II y Goretech: Bienvenidos Al Planeta Hijo De Puta!. El mismo Panessi
ha participado en la última, una referencia a Robotech, a Star Wars, a los juegos en 8 bit, a Rocky. El joven la caracteriza como una película “apta para
ningún público. Llena de pijas, de tripas, de sinsentido”. Interrogado
sobre si la actuación en este film involucró la puesta en cámara
de sus atributos sexuales, reconoce que su miembro viril fue reemplazado
por el de un negro para sumar al efecto. “Gorevision es un grupo muy
rockero, muy varón, y sus películas están llenas de pijas, cargadas
de sexo oral. Son películas tan gay que no son gay”, afirma Panessi, que también es periodista.
Los
films de Gorevision han tenido pantalla en el exterior, tanto en festivales
como en su circulación en DVD en Estados Unidos. Magariños explica
que en los primeros años presentó películas para un festival mainstream
como el de Mar del Plata pero que no fueron aceptadas y ya no le interesa
más presentarlas.
Gorevision
y Videoflims están ahora con mucha actividad. La primera terminando
una película que remeda haber sido filmada en súper 8 hallada en un viejo archivo de la década de 1960.
Videofilms está abocada a la realización de Lucho’s Big Adventure que sin estar terminada ya se perfila como la película nerd argentina
de culto. Algo peculiar del proyecto: reúne a Farsa, Videoflims, AB,
Fomento y casi todas las productoras del segmento. Panessi explica:
“Es así. En el Gore todos somos amigos”Publicada en Revista Cultra
.
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